Pertenece al Campo de Calatrava y es un importante centro de la industria vinícola manchega. En su término se encuentran los Ojos del Guadiana, donde surge este río, y Las Tablas, de importante riqueza en aves migratorias.
Buena parte de la vida social de Daimiel pasa por los soportales de la plaza de España, centro de reunión habitual de sus habitantes, sobre todo en las mañanas de los días festivos. y lugar de paso inexcusable para los foráneos. En estos, al igual que en la pequeña plaza del Parterre, son numerosos los bares y mesones donde degustar buenas tapas. Por diversos puntos de la población, y especialmente en el paseo Alfonso XII, abren sus puertas agradables cafés, idóneos para la charla tranquila. No faltan tampoco los bares de copas y discopubs.
En cuanto a la actividad cultural, tanto el recuperado Teatro Ayala como las instalaciones del Museo Comarcal, y en especial su patio interior, son las principales referencias.
La zona está poblada desde el Paleolítico inferior, según demuestran los yacimientos arqueológicos en los que se han hallado vestigios musterienses. En Morilla del Aznar, a 10 km de Daimiel hacia Manzanares, se han encontrado importantes restos de la Edad del Bronce: una torre cuadrada, restos de murallas, zócalos de cabañas y enterramientos. En la flotilla de las Cañas, en Las Tablas, se han localizado otros vestigios del Bronce, iberos y medievales. Los visigodos debieron de establecerse también en Daimiel, ya que se han encontrado pila-tras, columnas, jambas y otros restos de esa cultura, que se guardan en el Musco Provincial de Ciudad Real.
La población actual se formó alrededor de un castillo del que ya nada queda y su casco antiguo tiene un trazado muy complejo que denota su antigüedad. El monumento más destacado es la parroquia de Santa María la Mayor, de estilo gótico tardío del siglo XV, reformada durante el renacimiento y en el siglo pasado. Tiene tres portadas: la puerta de la Umbría, al norte, es ojival con dos arquivoltas; la puerta del Sol, renacentista, con pórtico de tres arcos y galería superior, fue terminada en el siglo XIX; y la de Poniente, también gótica, se hunde en el suelo y está tapiada. La torre tiene cuatro cuerpos y fue reedificada totalmente en 1818. Hace unos años fue necesario reformar la parte superior al presentar peligro de desplome su techumbre.
La iglesia de San Pedro se comenzó a construir a mediados del XI. La torre es octogonal con ventanas de medio punto. La planta es de cruz latina, con bóvedas de crucería en el crucero y el ábside. Tenía un retablo barroco que fue destruido durante la guerra civil, sustituido hoy por otro del escultor Alfredo Legal, de 1948. Tiene buenas tallas para los pasos procesionales, realizadas por el escultor Castillo Lastrucci.
Otro edificio de interés es el convento de las Mínimas de San Francisco, que data de mediados del siglo XVII. La iglesia de la Paz guarda una talla de Jesús Nazareno de 1698 que es titular de la hermandad que lleva su nombre. Ésta y otras importantes cofradías, como los Blancos, cuyo titular el Cristo de la Expiración se atribuye a Alonso Cano, contribuyen a que la Semana Santa de Daimiel sea de las más importantes de la región.
Para comprender bien la historia y las costumbres populares tanto de la villa como de su comarca conviene visitar, en pleno centro urbano, el Museo Comarcal de Daimiel. Instalado en la antigua Casa del Médico, un edificio de tradicional arquitectura manchega perfectamente rehabilitado, a través de sus tres plantas permite un recorrido mimado que se inicia con la observación del paisaje desnudo del Campo de Calatrava para ir descubriendo las huellas de las distintas civilizaciones hasta nuestros días. Hay secciones especiales dedicadas a tres personajes ilustres de Daimiel: el arquitecto Miguel Fisac, el pintor Juan D'Opazo, del que se muestran sus dibujos sobre la Guerra Civil, y el coleccionista de cerámica Vicente Carranza, de cuya riquísima colección (más de 5.000 piezas) se exhibe una muestra representativa de los principales centros cerámicos de España y otros pises.
A unos 13 km al noroeste de la población, cerca de Torralba de Calatrava, se encuentra el santuario de la Virgen de las Cruces, que ambas poblaciones comparten como lugar de especial devoción y escenario de romerías.
Pero, sin duda, el recorrido más interesante es la visita al Parque Nacional de las Tablas, al que se accede por la CM 4114, que une Daimiel con Malagón. Por los campos daimieleños pueden verse numerosos ejemplos de quinterías o casas de labranza características de estas tierras manchegas, entre las que destaca la Venta del Borondo. También, en diversos puntos sobre el cauce del Guadiana, quedan diversos puentes, molinos y otros ejemplos de arquitectura hidráulica.
Hay bastantes casas rurales, con todos los servicios disponibles, para disfrutar de una estancia estupenda en la localidad.
En la época de la vendimia, entre septiembre y octubre, podemos disfrutar de Daimiel a todo trapo, con unos paisajes circundantes espectaculares.
La cocina es la típica manchega, aunque será difícil encontrarla mayoría de los platos tradicionales que suelen hacerse de puertas para adentro. Lo que sí encontrarán son unos dulces típicos llamados buñuelos. Pero la contribución de Daimiel a la mesa es el vino, y en grandes cantidades: la cooperativa La Daimieleña exporta su caldo a todo el mundo y dicen que no hay tino en Francia o España que no tenga algo de los 25 millones de litros que produce Daimiel. Está enclavada en la denominación de origen La Mancha, en la sub-zona del Campo de Calatrava, y el blanco es el de mayor autoridad.
Este histograma muestra los patrones del clima en Daimiel. Los meses más cálidos en Daimiel son Junio y Julio, con temperaturas de 40.7 ˚F. El mes más frío es Diciembre, cuando las temperaturas disminuyen hasta -4.1 ˚F. El mes más húmedo en Daimiel es Enero con 180.3 pulgadas de lluvia, mientras que el mes más seco es Julio con 0.5 pulgadas de lluvia.