Laroles es una localidad granadina que se encuentra al límite del Parque Nacional de Sierra Nevada. Situado a poco más de 1.000 metros de altitud, pertenece a la comarca de la Alpujarra, un lugar con un impresionante paisaje y donde el jamón es el producto estrella.
Sus 600 habitantes viven bajo un clima muy agradable, ya que durante el verano las noches no son calurosas y en invierno los días son muy soleados.
Es una pasada poder pasear por sus casitas blancas, sus calles y senderos rodeados de castaños centenarios. Se dice que para abrazar sus troncos, en algunos casos, se necesitan hasta siete personas.
Todo el pueblo de Laroles se extiende alrededor de tres plazas.
Su centenaria fuente de la Virgen es de gran atracción turística, aunque la más destacada es la fuente Mauricio, por ser un lugar histórico donde se reunían los enamorados.
Iglesias, ermitas, capillas y molinos son los que te encuentras en Laroles.
El pueblo conserva dos lavaderos tradicionales, todavía en uso por los habitantes.
Los monumentos de obligada visita son la Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario, de estilo Bizantino y la Ermita de San Antón y San Sebastián, de estilo árabe con su pequeña capilla.
La belleza del entorno de este pueblo es muy singular. Las rutas de senderos os permiten descubrir la ubicación idílica de este lugar.
Se trata de un sitio idóneo para quienes buscan disfrutar de la tranquilidad, pero al mismo tiempo para quienes busca realizar deportes y actividades de aventura en un entorno natural de lo más bello. Además del senderismo, podéis practicar el descenso de barrancos, rutas a caballo y cicloturismo entre otros.
Visitar Laroles es posible en cualquier época del año. Cada estación tiene su ventaja. Lo recomendable es buscar un alojamiento de alquiler vacacional en los cortijos, las casas rurales rehabilitadas donde se encuentran todas las necesidades de hoy en día.
Como en toda la comunidad autónoma de Andalucía, ni en Laroles pueden faltar los festejos. La mayoría son de origen religioso, pero la fiesta más representativa de toda la comarca de Alpujarra es la “Ollas de San Marcos”. Durante esta celebración, el 25 de abril, se reparten roscas a los asistentes e incluso a los animales, para acompañar a las “ollas” de guiso preparadas por las mujeres del pueblo en plena calle. Procesión, fuegos artificiales, petardos y gastronomía son sinónimos de esta fiesta.