Con setecientos años de historia, Villarrobledo es hoy una ciudad industriosa y monumental que se considera capital del vino manchego por el número de sus viñas y la cantidad de vino que producen.
La plaza mayor se llama de Ramón y Cajal y es el núcleo en el que se alzan los dos monumentos más importantes. La iglesia parroquial de San Blas es el primero, construida fundamentalmente a lo largo del siglo XVI y quedando inacabada por falta de medios, dadas sus grandes proporciones. Hubo en el lugar una ermita en el siglo XIV dedicada al santo obispo, y de ella se partió para la construcción de la nueva. En el primer envite de las obras se hizo la parte gótica, de gran pureza, continuándose después en estilo renacentista los dos tramos finales. En el siglo XVII se hicieron dos portadas, conservándose la torre del templo anterior con una bella portada gótica flamígera.
De las otras portadas, la del norte quedó sin terminar y la segunda responde al estilo de Vandelvira, enmarcada en un arco. En el interior, la capilla mayor presenta un gran retablo barroco de Marcos del Evangelio, del siglo XVIII, que fue financiado por el virrey don Diego Morcillo, hijo de Villarrobledo, quien envió el dinero desde Lima. Una bella cruz procesional de Becerril se encuentra entre sus tesoros.
El otro edificio que preside la plaza mayor es el Ayuntamiento, cuya fachada es de estilo renacentista el interior está lógicamente muy transformado, construida en 1599 según se lee en una inscripción sobre la puerta. Presenta doble arquería entre machones que tienen un escudo de la ciudad en esquina, el de la izquierda, y el otro, el reloj rematado por un ático también con escudo.
De los restantes lugares de interés se destaca la iglesia de San Sebastián, que se encuentra en mal estado, cuya capilla fue también financiada por el virrey Morcillo, así como la custodia que guarda, realizada en Nicaragua en 1708 y donada por este importante feligrés.
El convento de San Bernardo, cisterciense, fundado en 1597, es de clausura. Otro convento es el de las Clarisas, de 1614, fundación de don Juan Cano y Moragón y esposa, quienes cedieron su casa para ello. El templo guarda las tumbas de los fundadores y en el interior del convento, que también es de clausura, hay buenas obras de pintura e imaginería y un pequeño claustro.
También de clausura es el tercer convento de la ciudad, el de Carmelitas, pero es de reciente construcción en las afueras de la ciudad habiéndose demolido el antiguo durante 1974. Sin embargo, en el nuevo puede admirarse la custodia peruana donada también por el arzobispo virrey de Lima don Pedro Morcillo.
Entre las calles de la ciudad hay una serie de casas solariegas de importancia histórica y monumental: en la Plaza Mayor, la Casa de los López Muñoz, que es del siglo XVII; la Casa de los Pacheco en la calle Virgen, con portada plateresca; la Casa de Téllez, en la calle Enrique de Arce; la Casa de Rodríguez de Paterna y la de Romero Alarcón, que tiene un magnífico escudo labrado por Martínez de Mendizábal.
En Villarrobledo hay una buena infraestructura hotelera, y también bastantes alojamientos de alquiler vacacional. Déjate caer por cualquiera de ellos para tomarte un buen fin de semana de relajación en esta bella localidad.
La primavera y el verano son muy buenas estaciones para visitar, en especial en septiembre y la vendimia.
Este histograma muestra los patrones del clima en Villarrobledo. Los meses más cálidos en Villarrobledo son Julio y Junio, con temperaturas de 41 ˚F. El mes más frío es Diciembre, cuando las temperaturas disminuyen hasta -6.3 ˚F. El mes más húmedo en Villarrobledo es Septiembre con 152.7 pulgadas de lluvia, mientras que el mes más seco es Diciembre con 2.3 pulgadas de lluvia.