Un maravilloso rincón en plena montaña abulense que hará de tu fin de semana una experiencia inolvidable.
Es la más alta y por tanto la primera de las villas del “Barranco de las cinco Villas”, desde el puerto del Pico (1.352 metros).
Recorriendo el pueblo podemos contemplar sus calles y sus casas de piedra con grandes balcones de madera, su Iglesia del siglo XV,
La ermita de la Virgen de las Angustias, patrona de la villa, y de San Antonio su edificio más antiguo, la calle de los soportales, con casas formando un soportal cubierto de madera y El rollo o picota.
Por este pueblo, pasa la calzada romana construida en los siglos I y II a.C, que conectaba Extremadura con la vía de la Plata y que es una de las calzadas mejor conservadas de España.
Fue usada por los romanos en la conquista de la península, y luego entre los siglos XV y XIX, por la Mesta para la trashumancia de ganados.
Resulta curiosa su Plaza de Toros cuadrada que en las fiestas se convierte en circular con dos travesaños de madera y sirve de parking público el resto del año.
La plaza principal del casco histórico es la Plaza Vieja que da servicio a 6 calles entre ellas la Calle Real y la calle de los Soportales que recibe este nombre porque tiene 50 m de soportales.
El árbol característico de su paisaje es el castaño, debido a la gran humedad del valle. También los pinos de origen mediterráneo.
Las temperaturas son suaves en verano, sobre todo por la noche, de ahí la gran proliferación de turismo rural en esa época.
Sorprende su gran oferta deportiva en comparación a su población con 3 recintos acondicionados para distintas prácticas deportivas (natación, fútbol sala, tenis, frontón, baloncesto).
Cuenta con una piscina natural, muy típico en la zona, destacable pues es el primer pueblo que atraviesa el río teniendo unas aguas frías y cristalinas.
El barrio de Santa María es atravesado por la Calzada Romana y alberga las dos ermitas románicas así como el rollo picota que ya comentamos.
Hay varias casas rurales en la zona que os permitirán disfrutar de todos los servicios y de un entorno precioso.
Recomendamos sobre todo el verano, merced a sus temperaturas suaves y agradables.
Productos típicos son las castañas, higos, angélica (licor dulce excelente) nueces, orégano y productos de huerta.
Platos típicos: patatas revolconas, cochifrito, chuletas de cordero, ternera, judías verdes, trucha y sopas de cachuela.
Dulces tradicionales: perrunillas, hornaza, flores, rosquillas con miel en Semana Santa y mantecados. Todos ellos son mágicas combinaciones de harina, agua, huevo, azúcar, manteca de cerdo y aceite de oliva.
Dado que antaño los habitantes de Cuevas del Valle solo tenían acceso a algunos de los ingredientes de forma ocasional y a un alto precio, los dulces eran elaborados solo en fechas señaladas o celebraciones, como la Semana Santa o las bodas y bautizos.
El 9 de febrero es la fiesta de invierno en honor de la Virgen de las Angustias, con la celebración del Vítor, en la que los quintos recorren el pueblo a caballo con antorchas encendidas. Del 9 al 14 de julio se celebran las Fiestas de la Virgen de las Angustias.
Este histograma muestra los patrones del clima en Cuevas del Valle. Los meses más cálidos en Cuevas del Valle son Junio y Mayo, con temperaturas de 40.9 ˚F. El mes más frío es Diciembre, cuando las temperaturas disminuyen hasta -7.2 ˚F. El mes más húmedo en Cuevas del Valle es Enero con 86.1 pulgadas de lluvia, mientras que el mes más seco es Noviembre con 3.8 pulgadas de lluvia.