Villafranca del Cid es uno de los pueblos más altos de la Comunidad Valenciana, ya que se eleva a 1125 metros sobre el nivel del mar. El municipio abarca unos 93,69 km2 y limita al norte con Portell, Castellfort y Ares; al este con Benassal; al sur con Vistabella, y al oeste con Mosqueruela e Iglesuela del Cid.
Recorrer las calles de Vilafranca supone retroceder en el tiempo. Desde la Avenida de Castellón y la Avenida del Losar, que se juntan en la Plaza Don Blasco, centro neurálgico de la localidad, el viajero pasa de la época de la industrialización en la parte más antigua del pueblo. Esta zona conserva el encanto de tiempos pasados: calles típicas, casas con viejos escudos y blasones, edificios modernistas como El Moderno, etc.
Partiendo de la Plaza Don Blasco y tomando la Calle Mayor, nos adentramos en el casco antiguo de la población. A mitad del recorrido nos encontramos con la Sede de la Cofradía de Santa Mª la Mayor, del siglo XVI. Más adelante, llegamos a la Iglesia Parroquial Santa Mª Magdalena, uno de los mejores monumentos renacentistas valencianos, edificado entre 1567 a 1572 bajo la dirección de Raimon de Pertusa y Pere Maseres. Este edificio alberga el Museo Parroquial que conserva una interesante colección de obras de arte relacionadas con el culto y un retablo gótico obra de Bernat Serra (1.429) procedente de la Ermita de San Miguel, de la Puebla del Bellestar.
Frente al templo parroquial se encuentra el Museo de la Piedra en Seco, situado en la planta superior del edificio gótico de la Lonja, del siglo XIV. Se trata de un espacio museográfico único por sus características, que da la posibilidad de conocer el mundo de la arquitectura de la piedra en seco, sus técnicas y sus usos, a partir de un recorrido por paneles, maquetas, recreaciones y proyecciones. Además, la visita al museo ofrece la oportunidad de disfrutar de una de las vistas más privilegiadas de toda la Vega.
A la Plaza de la Iglesia podemos ver la Casa solariega de los Brusca y la de los Peñarroya, dos familias vinculadas a la historia local. También encontramos el Ayuntamiento de Vilafranca. Es un notable edificio gótico de los s.s. XIV-XV que guarda un precioso retablo obra de Valentín Montoliu fechado en 1.455, que pertenecía al Santuario de la Virgen del Losar. En este inmueble se ubica también el Ecomuseo de Vilafranca.
Continuando por estas calles llegaremos el Portal de Sant Roc (S. XIV), única puerta existente de las cuatro que cerraban las murallas medievales. Si atravesamos esta puerta y bajamos unas escaleras empedradas llegaremos al Maset, desde donde podemos disfrutar de una hermosa vista del casco antiguo.
En las afueras de la población, camino de Castellón, se levanta la Plaza de Toros, edificio de 1.933; y saliendo del municipio dirección Teruel encontraremos la Ermita de Santa Bárbara, construida entre 1773 y 1794.
Fuera del centro de la ciudad, encontramos La Pobla del Bellestar y la ermita de la Virgen del Llosar.
Hay varias casas rurales totalmente acondicionadas en esta pequeña pero interesante localidad.
El clima presenta inviernos largos y ásperos y precipitaciones limitadas, gran parte de las cuales es nieve. La primavera es corta, fresca y húmeda. Los veranos son suaves y agradables, mientras que los otoños son húmedos.
Este histograma muestra los patrones del clima en Villafranca del Cid / Vilafranca. Los meses más cálidos en Villafranca del Cid / Vilafranca son Mayo y Junio, con temperaturas de 39.9 ˚F. El mes más frío es Diciembre, cuando las temperaturas disminuyen hasta 0.6 ˚F. El mes más húmedo en Villafranca del Cid / Vilafranca es Abril con 170.2 pulgadas de lluvia, mientras que el mes más seco es Enero con 3.8 pulgadas de lluvia.