Entre viajes encantadores… Ninguno como este, se trata del distinguido pueblo de Meira, un lugar donde las maravillas naturales son el emblema por excelencia de la localidad, con frondosos bosques que inspiran dar un buen paseo todo el día. Además de cómodas caminatas por la naturaleza, también es interesante conocer la cultura y la enriquecida tradición que ofrece este pueblito, asimismo, la gran variedad de monumentos arquitectónicos que se encuentran a la espera de vuestra visita, son otro punto que no podéis dejar pasar por alto.
Para comenzar el gran recorrido, os recomendamos comer y reposar bien para que no haya contratiempos con la emoción, porque en la primera parada os espera el Monasterio de Santa María de Meira, del cual aun se preserva la iglesia y pocas partes de edificaciones monásticas, asimismo, este monumento posee un cautivante estilo románico, siendo uno de los más interesantes de toda Galicia, cuya influencia arquitectónica proviene de Borgoñona, libre de toda presencia compostelana, que data del siglo XII, su consagración se realizó en el siglo XII. En el siglo XIX fue declarado como Monumento Nacional. Esta obra a su vez también se encuentra formando parte del antiguo Monasterio Cisterciense de Meira, del cual solamente se pueden admirar algunos restos.
La belleza natural siempre se encuentra constantemente asombrándonos, por esto, el O Pedregal de Irimia o Nacimiento del Río Miño, es un punto hidrográfico natural que requiere de vuestra visita. Lo podéis encontrar en las cercanías de la ladera de la Sierra de Meira, se trata de un río con rocas muy grandes y que se encuentran dispuestas de forma plenamente natural, siendo el lugar perfecto para dar una encantadora caminata por sus orillas, por lo que a medida que se pasea también os podéis quedar atónitos con tanta belleza natural.
Entre otros puntos importantes, el ámbito natural que alberga este enigmático pueblo es un lugar que no podéis dejar sin visitar, por lo que si os atrae el senderismo, este es el lugar perfecto para practicar dicha actividad, sin contar también los caminos que son propios del excursionismo. De igual manera, la Sierra de Meira es un enclave único para practicar la escalada, un deporte extremo para aquellos que quieran gozar aun más.
La mejor zona para quedarse en este lugar es en las cercanías del pueblo, con casas rurales que aseguran todas las comodidades para mejor estadía de la familia.
Nada como visitar este gran pueblo en otoño y en invierno, ya que los grandes bosques y el majestuoso río son una atracción a un mayor cuando nieva.
Que rico, nada como comer un buen cocido( plato a base de cerdo), un churrasco o unos buenos mariscos, platillos que solo este lugar os puede ofrecer.
La Festa Da Malla es la sensación de este célebre pueblo, podéis formar parte de esta fiesta en Agosto.